jueves, 18 de septiembre de 2014

Escoceses votan por independencia

EDIMBURGO (Reuters) - Los escoceses comenzaron el jueves a votar en un referendo de independencia que decidirá el destino del Reino Unido, después de que los sondeos mostraran que cientos de miles siguen indecisos sobre si mantener la unión de 307 años o apoyar la secesión. En las horas previas a la apertura de las urnas, los líderes de ambas partes instaron a los escoceses a tomar las riendas de la historia en una votación que ha dividido a familias, amigos y parejas, pero que también ha electrificado a este país de 5,3 millones de habitantes.

Desde las remotas islas escocesas del Atlántico a ciudades como Glasgow, a los votantes se les pide responder "Sí" o "No" a la pregunta: "¿Debería Escocia ser un país independiente?".

"Este es un día histórico para Escocia. He esperado toda mi vida para esto. Es el momento de romper con Inglaterra. 'Sí' a la independencia", dijo un empresario que se identificó como Ron, la primera persona en votar en Waverley Court, en Edimburgo.

Mientras hablaba, una pareja de trabajadores gritó "¡Vota No!".

Cinco encuestas de opinión publicadas en la víspera de la votación situaron el apoyo a la independencia en un 48 por ciento frente a un 52 por ciento a favor de la unión, y una sexta dio un resultado todavía más ajustado de un 49 por ciento frente a un 51 por ciento.

Los sondeos también mostraron que unos 600.000 votantes de entre 4,3 millones seguían indecisos sólo horas antes de que abrieran las urnas.

"Esta es la oportunidad de una vida y debemos tomarla con las dos manos", dijo Alex Salmond, líder nacionalista escocés de 59 años, a cientos de seguidores que ondeaban la bandera escocesa blanca y azul y gritaban "Sí podemos".

"El futuro de Escocia debe estar en manos de Escocia", dijo Salmond en Perth, una ciudad en el este de Escocia, a 740 kilómetros al norte de Londres.

El movimiento por la independencia dice que los escoceses deberían poder escoger a sus propios líderes y tomar sus propias decisiones en lugar de ser gobernados por Londres. Los partidarios de la unión dicen que Escocia es más prospera y está más segura como parte de Reino Unido y que los vínculos que los unen son demasiado estrechos para deshacerse.

Pero con una mezcla de cálculo inteligente y pasión nacionalista, Salmond ha llevado la campaña por el "Sí" desde la desventaja hasta situarse a pocos puntos porcentuales de conseguir su sueño de una Escocia independiente.

Enfrentándose a su mayor amenaza interna desde que Irlanda se separó hace un siglo, la clase dirigente británica -desde el primer ministro David Cameron hasta destacados empresarios y los príncipes de la cultura de pop- se han unido en los esfuerzos de última hora para convencer a los escoceses de que el Reino Unido está "Mejor Juntos".

El puesto de Cameron podría estar en duda si Escocia se escinde, pero el primer ministro de 47 años ha admitido que su trayectoria de inglés privilegiado y político conservador implica que él no es la mejor persona para imponerse a los escoceses.

Eso ha dejado el liderazgo de la campaña unionista en manos del opositor Partido Laborista, ganador de 41 escaños escoceses en las elecciones del 2010 y única parte con apoyo local capaz de confrontar al nacionalista Partido Nacional Escocés.

El ex primer ministro laborista Gordon Brown, un escocés que en los últimos días ha liderado la batalla a favor de la unión, advirtió a los escoceses el miércoles en Glasgow, la mayor ciudad de Escocia y campo de batalla crucial, que Salmond "nos está llevando a una trampa".

"Tengan confianza, levántense y háganse oír mañana", gritó Brown, con los puños cerrados, ante los aplausos y vítores de los partidarios unionistas. "Díganles a sus amigos, por razones de solidaridad, participación, orgullo en Escocia, la única respuesta es votar 'No'".

¿UN REINO UNIDO?

En el caso de que ganara el sí a la independencia, el Reino Unido y Escocia se enfrentarían a 18 meses de conversaciones sobre cómo repartir el petróleo del Mar del Norte y qué hacer sobre la integración en la Unión Europea y la principal base nuclear submarina.

Escocia dice que usará la libra después de la independencia, pero Londres ha descartado una unión monetaria formal.

La perspectiva de romper con Reino Unido, la sexta mayor economía del mundo y miembro permanente con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha provocado que ciudadanos y aliados por igual ponderen qué quedaría, mientras que los economistas de la City de Londres han advertido de una agitación en el mercado.

Salmond ha acusado a Londres de orquestar una campaña de los líderes empresariales para asustar a los escoceses, después de que empresas desde el gigante petrolero BP hasta el grupo de servicios financieros Standard Life advirtieran sobre los riesgos de la independencia.

Estados Unidos ha dejado claro que quiere que el Reino Unido, su principal aliado en Europa, continúe junto.

Los gobernantes británicos han prometido garantizar a Escocia altos niveles de financiación estatal y un mayor control sobre sus finanzas.

Los líderes británicos aceptan que incluso si Escocia vota a favor de mantener la unión, la estructura del Reino Unido tendrá que cambiar, así como que garantizar más poderes a Escocia provocará llamamientos a favor de un estado menos centralizado de los votantes en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

Las autoridades electorales dijeron que el resultado de la votación se espera para la hora del desayuno el viernes, pero los resultados parciales darán una indicación de la tendencia después del recuento en las principales ciudades como Glasgow alrededor de las 0400 GMT.

Con más de 486.000 votantes, Glasgow es crucial, y lo que voten sus partidarios tradicionales del laborismo podría ser decisivo.

Edimburgo y Aberdeen, que junto con Glasgow suponen casi una cuarta parte de los votos, también ofrecerán sus primeros resultados sobre esa hora. Helicópteros volarán desde puntos especiales ubicados en las islas remotas para entregar las urnas en los centros regionales de recuento.