jueves, 25 de septiembre de 2014

Francia y EEUU continuan atacando a Estado Islámico, Gran Bretaña se unirá a coalición

NUEVA YORK/BEIRUT (Reuters) - Cazas franceses atacaron el jueves objetivos del Estado Islámico en Irak y Estados Unidos lo hizo en Siria, en momentos en que la coalición para combatir a los militantes ganaba impulso con el anuncio de que Gran Bretaña se uniría.

Los ataques franceses fueron los primeros desde el 19 de septiembre, cuando París se unió a la ofensiva liderada por Washington contra el grupo yihadista, y se producen después de que un turista francés fuera decapitado en Argelia en represalia por las acciones militares en Irak y Siria.

En Estados Unidos, el director del FBI, James Comey, dijo que Washington identificó al militante enmascarado del Estado Islámico que se cree decapitó a dos periodistas estadounidenses en las últimas semanas, actos que ayudaron a fundamentar la compaña de bombardeo.

El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, de visita en Nueva York para una reunión de Naciones Unidas, dijo el jueves que ha recibido información de inteligencia "creíble" que indica que militantes del Estado Islámico planean lanzar ataques contra los sistemas del metro en París y Estados Unidos.

Funcionarios de seguridad estadounidenses dijeron que no tenían evidencia sobre la amenaza específica citada por Abadi, pero el gobernador de Nueva York aseguró que él y su homólogo de Nueva Jersey ya estaban aumentado la seguridad en el transporte a la luz de posibles amenazas del Estado Islámico.

El jueves más temprano, Francia dijo que incrementaría la seguridad sobre el transporte y en lugares públicos después de que un turista francés fue asesinado por militantes de Estado Islámico en Argelia.

Gran Bretaña, el más cercano aliado de Estados Unidos en las guerras de la última década, finalmente anunció el jueves que también se uniría a los ataques aéreos contra objetivos del Estados Islámico en Irak, tras semanas de evaluar sus opciones. El primer ministro David Cameron convocó al Parlamento, que se espera dé su aprobación el viernes.

Aunque los países árabes se han unido a la coalición, los tradicionales aliados de Occidente de Washington han sido más lentos en responder al llamado del presidente Barack Obama. Pero desde el lunes, Australia, Bélgica y Holanda han dicho que enviarían aviones.

Los aliados occidentales han acordado sumarse a los ataques aéreos sólo en Irak, donde el Gobierno pidió ayuda, y no en Siria, donde los bombardeos se han realizado sin el permiso formal del presidente Bashar al-Assad. Sin embargo, Francia dijo el jueves que no descartaba extender los ataques a Siria.

Por la noche, ataques encabezados por Estados Unidos en el este de Siria causaron la muerte de 14 miembros de EI según un grupo de seguimiento, mientras que se informó que fuerzas kurdas hicieron retroceder un avance de islamistas hacia el fronterizo pueblo de Kobani.

"DUREZA, BRUTALIDAD, TORTURA, ASESINATO"

Más de 120 académicos islámicos de todo el mundo, incluyendo varias de las figuras más importantes del Islam suní, emitieron una carta abierta denunciando al Estado Islámico. Desafiando al grupo con argumentos teológicos, describieron su interpretación de la fe como "un gran error y una ofensa al Islam, a los musulmanes y al mundo entero".

"Han malinterpretado el Islam en una religión de dureza, brutalidad, tortura y asesinato", según la carta, firmada por figuras del mundo musulmán desde Indonesia a Marruecos.

Una tercera noche de ataques aéreos tuvo como objetivo refinerías de petróleo controladas por Estado Islámico en tres remotas zonas del este de Siria, para intentar cortar la principal fuente de ingresos para esta filial de Al Qaeda, señalaron funcionarios estadounidenses.

Los bombardeos también parecían destinados a dañar la capacidad de EI para operar a lo largo de la frontera entre Siria e Irak, zona en la que declaró un califato islámico.

Obama, se comprometió a mantener la presión militar contra el grupo, que avanzó hacia áreas kurdas del norte de Irak esta semana a pesar de la ofensiva aérea. Unos 140.000 refugiados han huido hacia Turquía, muchos de ellos contando historias de aldeas calcinadas y prisioneros decapitados.