lunes, 23 de marzo de 2015

Tsipras y Merkel muestran buena voluntad, pero dan pocas señales de progreso deuda Grecia

BERLÍN (Reuters) - El primer ministro Alexis Tsipras y la canciller Angela Merkel hicieron el lunes un despliegue público de buena voluntad, apelando a griegos y alemanes a dejar de lado las recriminaciones para trabajar juntos por un futuro mejor para toda Europa.

Pero a pesar de las cálidas palabras durante la primera visita oficial del primer ministro griego a Berlín, no quedó claro si los líderes lograron reducir las diferencias sobre las reformas económicas que debe poner en práctica Grecia para obtener la liquidez que requiere con urgencia.

Tsipras insistió en que no fue a Alemania para solucionar los apremiantes problemas de liquidez de Grecia, sino para hallar un terreno común para el futuro.

El primer ministro condenó como una "provocación injusta" la portada de una revista alemana en la cual aparece Merkel en la Acrópolis de Atenas rodeada por oficiales nazis. Y en una reconvención a su propio ministro de Justicia, aseguró que nadie en Grecia está estudiando apropiarse o subastar las propiedades alemanas en concepto de reparación por la guerra.

"Por favor, dejemos atrás esas sombras del pasado", dijo Tsipras, subrayando que la Unión Europea es una fuerza de estabilidad en una región complicada. "La Alemania democrática de hoy no tiene nada que ver con la Alemania del Tercer Reich que hizo correr tanta sangre".

Merkel aseguró que Alemania considera política y legalmente resuelto el asunto de las compensaciones por la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, aunque destacó que es consciente de cómo habían sufrido los griegos.

Insinuó, asimismo, que Berlín podría aumentar un fondo creado el año pasado para intercambios juveniles, para el que el Parlamento aprobó 1 millón de euros anuales durante tres años.

También afirmó que Alemania, que tiene la mayor población y economía de la Unión Europea, considera a los Estados del bloque como iguales y quiere buenas relaciones con todos, incluida Grecia.

La canciller dejó claro que no habrá avances para dar nuevos fondos a Grecia tras su reunión, ya que esto depende de las 19 naciones del Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro.

Merkel dijo que Berlín quiere que Grecia vuelva al crecimiento y baje su alto desempleo, agregando que "para eso se necesitan reformas estructurales, un presupuesto sólido y una administración que funcione".

ESCEPTICISMO

Tsipras prometió la semana pasada a los líderes de la zona euro que presentará pronto una amplia lista de propuestas de reformas para desbloquear la ayuda, sin la cual Grecia podría quedarse sin dinero a fines de abril.

Su promesa se encontró con un profundo escepticismo en Alemania, gran defensor de la disciplina fiscal.

Merkel, acusada en Grecia de buscar una mayor austeridad en una economía ya devastada, deseaba escuchar ideas concretas de boca del primer ministro izquierdista sobre cómo resolver el pulso acerca de la conclusión de un programa de rescate de 240.000 millones de euros (260.000 millones de dólares).

Tsipras le envió una carta la semana pasada advirtiendo de que sería imposible para Grecia pagar sus deudas en las próximas semanas sin más ayuda financiera.

El primer ministro culpó a los límites del Banco Central Europeo por la capacidad de Grecia de emitir deuda a corto plazo, así como a la renuencia de las autoridades que lideran el rescate de la zona euro a desembolsar más dinero antes de que Atenas adopte una nueva ronda de reformas.

El presidente del BCE expresó un cauto optimismo respecto a que Grecia sería capaz de beneficiarse de la impresión de dinero de la entidad y conseguir un acceso normal a los fondos del banco central, pero instó a que Atenas honre sus deudas.