jueves, 1 de octubre de 2015

Rusia comienza ataques aéreos en Siria

MOSCÚ/WASHINGTON (Reuters) - Rusia inició el miércoles su campaña de ataques aéreos en Siria, la mayor intervención del Kremlin en Oriente Medio en décadas, pero su afirmación de que había impactado al Estado Islámico fue inmediatamente cuestionada por Estados Unidos y rebeldes en terreno.

Los ataques aéreos llevaron a una nueva fase de inestabilidad a la guerra civil en Siria, que ya lleva cuatro años, mientras el presidente Vladimir Putin avanza enérgicamente en afirmar la influencia rusa en una región inestable.

Moscú y Washington ofrecieron relatos contradictorios de qué blancos habían sido atacados, subrayando las crecientes tensiones entre los ex enemigos de la Guerra Fría por la decisión rusa de intervenir.

Washington está preocupado de que Moscú esté más interesado en apoyar al presidente sirio, Bashar al-Assad, que en derrotar a Estado Islámico (EI).

El Ministerio de Defensa ruso dijo que los ataques apuntaron a equipamiento militar, instalaciones de comunicación, depósitos de armas, municiones y combustible de EI. Pero funcionarios estadounidenses sostuvieron que las incursiones parecían ser a blancos en la zona de Homs, pero ningún área en manos de EI.

Rusia advirtió a Estados Unidos antes de los ataques que mantuviera a sus aviones fuera del espacio aéreo sirio, pero Washington siguió adelante con su campaña de incursiones contra fuerzas de EI y dijo que había apuntado contra el grupo insurgente cerca de la ciudad siria de Aleppo.

Un funcionario estadounidense dijo que Moscú avisó a Washington con una hora de anticipación de los ataques, que el Kremlin dijo que estuvieron diseñados para ayudar a Assad, su aliado regional más cercano, a derrotar a militantes islámicos.

El aviso del ataque llegó a través de un funcionario ruso en Bagdad, que solicitó a la fuerza aérea estadounidense que evite el espacio aéreo sirio durante la misión, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense John Kirby.

APROBACIÓN PARLAMENTARIA RUSA

En Moscú, Putin dijo que los ataques aéreos rusos en Siria serían limitados en alcance y que espera que Assad esté dispuesto a una reforma política y un compromiso por el bien de su país y su pueblo.

"Sé que el presidente Assad entiende eso y está preparado para un proceso de ese tipo. Esperamos que sea activo y flexible y esté listo para comprometerse en nombre de su país y su pueblo", dijo Putin a periodistas.

Por su parte el Secretario de Estado John Kerry sostuvo que Washington tendría "graves preocupaciones" si Rusia atacara objetivos sirios donde no hubiera combatientes de EI.

Kerry también dijo ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que el grupo militante, también conocido como ISIL o ISIS, "no puede ser derrotado mientras Bashar al-Assad siga siendo presidente de Siria".

En tanto, una fuente diplomática francesa dijo que atacar a Homs y a grupos opositores, pero no a EI, mostró que el principal objetivo del Kremlin es respaldar a Assad.

Las áreas de la provincia de Homs atacadas por los rusos están controladas por una serie de grupos rebeldes, que incluyen a algunos que operan bajo la etiqueta de "Ejército Sirio Libre", dijeron activistas, residentes y rebeldes. Ninguna de las fuentes identificó a EI como operando en esas zonas.

Assad considera a todas las fuerzas que se oponen a su mandato en la guerra civil como grupos terroristas.

Iyad Shamse, líder del grupo rebelde sirio FSA, el Frente Asala y Tanmieh, dijo a Reuters: "No hay Estado Islámico en esa zona. Los rusos están ejerciendo gran presión sobre la revolución. Esto fortalecerá el terrorismo".

Shamse puso la cifra de muertos en los ataques aéreos rusos en 50 civiles, incluyendo niños.

Los aviones rusos entraron en acción después de que la Cámara Alta del Parlamento ruso dio a Putin un respaldo unánime para atacar luego de un pedido de asistencia militar de Assad.

La última vez que el Parlamento ruso otorgó a Putin el derecho a desplegar tropas en el extranjero, un requerimiento técnico de la ley rusa, Moscú anexó Crimea el año pasado. Reuters