domingo, 12 de junio de 2016

Obama: masacre en Orlando fue un acto de terrorismo

Washington, 12 de junio, 2016 (AP). El presidente estadounidense Barack Obama lamentó el domingo el mayor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos, calificándolo como un "acto de terrorismo" y "de intolerancia" contra un lugar de "solidaridad y empoderamiento" para gays y lesbianas.

Llamó a los estadounidenses a decidir si ese es "el tipo de país en el que queremos vivir".

Obama agregó que el FBI investiga el tiroteo como un acto de terrorismo y que no se escatimarán esfuerzos para determinar si el atacante —identificado por las autoridades como Omar Mateen— estaba afiliado con grupos terroristas.

Obama habló en la Casa Blanca luego de que 50 personas fueran a asesinadas a tiros en las primeras horas del domingo en un club nocturno en Florida. Las autoridades dijeron que otras 53 personas estaban hospitalizadas.

"Lo que está claro es que él estaba lleno de intolerancia", dijo Obama del atacante.

Dijo que es "un día especialmente doloroso para la comunidad gay, lesbiana y transgénero y un "un sombrío recordatorio" de que un ataque contra cualquier estadounidense es un ataque "contra todos nosotros", sin importar su raza, su religión, su etnicidad u orientación sexual.

"El tirador atacó un club nocturno donde personas se reunían con amigos para bailar y cantar, para vivir", dijo Obama. "El lugar donde fueron atacados es más que un club nocturno. Es un sitio de solidaridad y empoderamiento en el que las personas se unían para expresar sus opiniones y defender sus derechos civiles".

Las declaraciones de Obama fueron las más recientes de lo que se ha vuelto una rutina trágicamente familiar. Desde que asumió la presidencia en 2009, Obama se ha presentado ante las cámaras más de una decena de veces tras tiroteos masivos y escrito declaraciones sobre otros. Luego de masacres, Obama ha viajado a lugares como Newtown, Connecticut; Tucson, Arizona; y Charleston, South Carolina, para ofrecer condolencias e implorar a la nación trabajar seriamente para frenar la violencia con armas de fuego.