lunes, 24 de octubre de 2016

¿Qué cara de Trump verá EE. UU. el 9 de noviembre?

Los índices de popularidad en este momento indican que probablemente Trump no ganará las elecciones presidenciales de Estados Unidos. ¿Qué ocurrirá entonces? Miodrag Soric, desde Washington.

Donald Trump sólo aceptará el resultado de la elección si gana. ¿Y qué pasa si pierde? ¿Llamará a una revolución? Trump es vago respecto a sus intenciones. Obviamente está buscando jugar un nuevo rol después de su previsible derrota. 

Es probable que se presente a sí mismo como un líder extra gubernamental de una oposición no partidista, voz de los hombres blancos enojados, y campeón de los perdedores de la globalización.

¿Desaparecerá tan rápido como apareció?

Mucha gente piensa que debería desaparecer, pero no es tan simple. El éxito de su populismo es un síntoma que se ve en muchas sociedades occidentales. Es obvio que la brecha entre ricos y pobres en Estados Unidos es cada vez mayor y un número creciente de puestos de trabajo paga tan poco que no alcanza para vivir. Muchas mujeres ni siquiera tienen la posibilidad de elegir entre trabajo o quedarse en casa con sus hijos. Simplemente tienen que trabajar porque necesitan el dinero.

Nadie puede negar el hecho de que los puentes de Estados Unidos, las calles y vías de tren se están cayendo a pedazos, mientras que miles de millones de dólares se gastan en guerras. Parece que siempre hay dinero suficiente para las armas, pero no para los veteranos de guerra, que a menudo recurren a la mendicidad.

¿Quién puede negar el hecho de que cientos de miles de niños -en su mayoría latinos y afroamericanos- crecen en barrios donde las escuelas son tan malas que los estudiantes no tienen casi ninguna posibilidad de conseguir un buen trabajo en el futuro? La cohesión social no se puede mejorar mediante la reducción del gasto para los pobres.

Las aflicciones estadounidenses son bien conocidas. Sin embargo, los demócratas y los republicanos se han visto tan enredados en la lucha por el poder que han perdido la mirada objetiva sobre su trabajo para gobernar el país. La desilusión de la gente con las élites y los efectos de la globalización han allanado el camino para el populismo al estilo de Trump. Trump actúa como un extraño, pero ha dado dinero a las campañas demócratas y republicanas durante décadas, y ahora dice que quiere luchar contra la corrupción.

La democracia está cuestionada

¿Por qué Trump es tan peligroso? Él no sólo cuestiona el resultado de una elección democrática, sino también la propia democracia, ya que incita a la desconfianza en las instituciones públicas, e incluso cita a los padres fundadores de Estados Unidos como una razón para hacerlo. Trump dice que ellos también eran escépticos sobre el gobierno central, aunque por otras razones.

En este momento, no existe una amenaza a la paz social en Estados Unidos. No hay señales de la "revuelta de la clase baja” que la periodista y escritora alemana Inge Klöpfer predijera años atrás. La mayoría de los estadounidenses ven a través de la fachada de Trump: primero, incita temor; luego, viene al rescate. Como sea, el próximo presidente de EE.UU. debería construir rápidamente puentes hacia los oponentes políticos, hacia las minorías y hacia los millones de personas que quieren vivir el sueño americano pero no pueden hacerlo por razones económicas. 

Autor: Miodrag Soric, director de DW en Washington.