viernes, 18 de agosto de 2017

Las fuerzas de seguridad peinan Cataluña tras los ataques de Barcelona y Cambrils

BARCELONA/MADRID (Reuters) - Las fuerzas de seguridad mantenían el viernes activa una gran operación antiterrorista en Cataluña buscando al autor de un atropello masivo el jueves en Barcelona, que causó 13 muertos y un centenar de heridos y que las autoridades vincularon con otro intento de masacre en Cambrils de madrugada que acabó con la muerte de cinco sospechosos.

Las primeras hipótesis de la investigación apuntan a que una célula extremista compuesta por unas ocho personas llevó a cabo los dos ataques al frustrarse su plan inicial de realizar uno con bombas de butano, dijo el viernes una fuente judicial.

Estado Islámico reivindicó el ataque con furgoneta en Las Ramblas, el corazón de la capital catalana, que se produjo mientras estaba llena de turistas que recorrían la famosa avenida barcelonesa. No se descarta que el balance de víctimas mortales crezca, ya que una quincena de los heridos están graves.

Mientras se buscaba al conductor del vehículo, que huyó a pie tras la matanza de Barcelona, los Mossos d'Esquadra evitaron una nueva masacre en la turística localidad costera de Cambrils (Tarragona) al abatir en un tiroteo a cinco presuntos atacantes que habían atropellado a varias personas hiriendo a seis civiles y a un policía.

Los sospechosos abatidos llevaban cinturones explosivos falsos, dijo el viernes el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en una entrevista en la radio RAC1.

Los ataques de Barcelona y Cambrils están relacionados, según la policía, con una explosión producida el jueves de madrugada en una vivienda en Alcanar, también en Tarragona, donde fue detenida una persona que se suma a otros dos arrestos en Ripoll (Girona).

Una fuente de la policía explicó que la explosión, en la que falleció una persona y varias resultaron heridas, se produjo por manipulación de bombonas de butano aparentemente para la preparación de material explosivo.

"Podía ser perfectamente que quisieran utilizar las bombonas para el atentado de Barcelona", dijo el consejero de Interior catalán Joaquim Form, en RAC1, señalando que la prioridad de los Mossos es conocer la identidad de los implicados e intentar comprobar la relación entre ellos, además de buscar al conductor de la furgoneta huido.

El gobierno de Cataluña, una región que concentra casi un tercio de los más de 36 millones de turistas que visitaron España entre enero y junio, dijo que entre los afectados figuraban extranjeros de 24 países diferentes, desde Francia y Alemania hasta Pakistán y Filipinas. Varios medios dijeron que entre los fallecidos había varios niños.

En otro incidente, aparentemente no relacionado con el ataque, los Mossos abatieron al conductor de un vehículo que se saltó un control atropellando a dos policías.

REIVINDICACIÓN DE EI

En un comunicado a través de su agencia AMAQ que no pudo ser verificado de forma inmediata, el Estado Islámico reivindicó el ataque de la capital catalana, que se produjo alrededor de las cinco de la tarde cuando la furgoneta invadió zigzagueando una zona peatonal de Las Ramblas arrollando a decenas de personas.

"Los autores del ataque de Barcelona son soldados del Estado Islámico y llevaron a cabo la operación en respuesta a los llamamientos para tener como objetivos a países de la coalición", dijo en referencia a la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo extremista suní.

España cuenta con varios cientos de soldados en Irak que imparten formación a las fuerzas locales en la lucha contra el Estado Islámico, pero no participa en operaciones terrestres.

Si se confirma la participación de extremistas islámicos, se trataría del último de una serie de ataques que en los últimos 13 meses han utilizado vehículos para provocar masacres en ciudades europeas.

Ese modus operandi - crudo, mortal y muy difícil de prevenir - ha causado más de 100 víctimas mortales en Niza, Berlín, Londres y Estocolmo.

CONMOCIÓN EN UNA ARTERIA TURÍSTICA

En las primeras horas de la mañana del viernes, Barcelona trataba de recuperar la normalidad, aunque la conmoción por lo sucedido aún era palpable en Las Ramblas.

"Aquí están abriendo los floristas, todos los de los periódicos, que me parece correcto, me parece que hay que reaccionar... Hay que decir 'no', vamos adelante, tenemos que ser más fuertes (...) Llorar pero con orgullo, ¿no?, e ir adelante", dijo a Reuters el viernes por la mañana Sebastiano Palumbo, de 47 años, un arquitecto italiano que trabaja en Barcelona.

Gabriel Rabarté, 50 años, vigilante de seguridad en la tienda Sephora del centro comercial Triangle, en la plaza de Catalunya, dijo por su parte que el ataque "se veía venir".

"Tenían que haber puesto un par de jardineras, algo. Aquello estaba pidiendo a gritos que se metiera por ahí una furgoneta (...) Estaba cantado, estaba cantado", declaró.

Imágenes grabadas por ciudadanos tras el incidente mostraban cuerpos tendidos inmóviles en el suelo y numerosos heridos en una zona comercial de una ciudad repleta de turistas.

Desde Estados Unidos a Francia o Reino Unido, mandatarios mundiales mostraron su repulsa por el ataque y expresaron su solidaridad.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se reunió con el gabinete de crisis del gobierno catalán en Barcelona y en una rueda de prensa después de la medianoche pidió una "respuesta global" a "una amenaza global" al tiempo que destacó la unidad de los partidos políticos y decretó tres días de luto nacional. Reuters